Los acreedores llevan años queriendo que Grecia facilite los desahucios de las viviendas de las personas con deudas y han forzado varias reformas legales en ese sentido, mientras el gobierno pretende volver a proteger dichas viviendas. Atenas concluyó formalmente los rescates financieros en agosto de 2018, pero los acreedores guardaban una estrategia para seguir imponiendo políticas neoliberales al país bajo mecanismos de chantaje financiero: el bloqueo de 970 millones de euros ya pactados hasta que Grecia no acuerde las políticas que le exigen. teleSUR