Las calles de Río de Janeiro aparecen tomadas estos días por un grupo de estatuas de vacas de colores. Los brasileños caminan tranquilamente entre las curiosas esculturas, elaboradas en bronces y metacrilato. La exhibición de carácter abierto es una de las más extensas que se han llevado a cabo en la ciudad. El responsable de la iniciativa, el diseñador Ricardo Leite, asegura que su intención es acercar el arte a la gente.