Los 16 europeos detenidos en Chad por presunto tráfico de menores serán trasladados a Yamena, la capital del país. Ya han sido interrogados en el Palacio de Justicia de Abeché. Los siete españoles, cuyos rostros no requieren de palabras para explicar lo que deben estar pasando, se encuentran acusados formalmente de complicidad en el secuestro de menores, un delito que en ese país africano se castiga con penas que van de 5 a 20 años de reclusión y con trabajos forzados.