Movimientos sociales en Brasil han rechazado el nuevo decreto del presidente del país, Jair Bolsonaro, que facilita la adquisición de armas de fuego con medidas como "residir en un área rural o urbana con elevados índices de violencia". Bolsonaro firmó el pasado 15 de enero el decreto que flexibiliza "Estatuto sobre el Desarme" de 2003, cumpliendo así una de sus tantas polémicas promesas de campaña electoral. El mandatario brasileño aseguró que flexibilizar la posesión de armas "garantiza a las personas de bien su derecho a la legítima defensa". teleSUR.