Una competición de tres días que se celebra de manera anual en Harbin, China, transformó la ciudad en un espectáculo deslumbrante de gigantescas esculturas de hielo y nieve. Un equipo ruso de la ciudad de Blagoveshchensk se llevó el primer premio del campeonato. El equipo proveniente del Lejano Oriente de Rusia se enfrentó a participantes de todo el mundo, incluyendo China, España e India.