En el mundo laboral actual, algunas palabras resultan frecuentes. El Mobbing, es un término que se ha hecho común; se trata de la denominación que se utiliza para la violencia psicológica en el lugar de trabajo, complots de compañeros que atacan a alguien para hacerle la vida imposible en la oficina, jefes maltratadores, y demás situaciones hostiles.
Quien fue la primera persona en introducir esta palabra, fue el psicólogo sueco Heinz Leymann, y lo definía como un comportamiento hostil en el lugar de trabajo, que un individuo o grupo mantiene contra una persona específica durante un periodo de tiempo prolongado, actualmente, se habla superior a los seis meses.
Es necesario saber que, el trabajo, por duro que sea, no tiene por qué hacerle daño a nadie. Lo ideal mes conseguir trabajar bajo la subordinación de jefes comprensivos y humanos que, lejos de humillar, guían y enseñan, a pesar de ser muy exigentes profesionalmente.
Quienes son sometidos al mobbing, en líneas generales, presentan, a nivel psicológico; ansiedad generalizada, trastornos emocionales, depresión, patologías psicosomáticas, dolores, irritabilidad y susceptibilidad. También se tiene la sensación de desconfianza y aislamiento; ya que una persona acosada en el trabajo no confía en nadie, puesto que la situación de maltrato distorsiona su interacción con los otros.
A largo plazo, la familia de la víctima también padece los efectos del mobbing, porque la persona está retraída, amargada, desganada o nerviosa, lo que representa un severo estrés en el núcleo familiar.