Los investigadores de la Guardia Civil han asegurado que la joven Laura Luelmo sufrió un golpe contra el suelo en casa de su asesino confeso, Bernardo Montoya, el día que desapareció, miércoles 12 de diciembre. No obstante, no confirman si salió con vida del domicilio de éste pero sí creen que la joven falleció el día de su desaparición y que no pasó la noche del 12 al 13 en esa casa. Estos detalles aún están a la espera de los datos concluyentes de la autopsia.