Lo primero que destaca en el proceso de obtención de un CI es el requisito de limpieza del ambiente en donde se fabrican, extraordinariamente restrictivo. Ese entorno se denomina “sala limpia” y las condiciones que hay en ella son tales que, en comparación, la sala de un quirófano (un lugar de extraordinaria asepsia), parece un lodazal. Para lograr esas condiciones de elevadísima limpieza, la sala limpia debe ser un lugar parcialmente hermético, donde el aire que entra a su interior es filtrado previamente para eliminar gran parte de las partículas de polvo que se encuentran en suspensión en la atmósfera ordinaria. Junto a ese proceso de filtrado, los operarios encargados del funcionamiento y trabajo en su interior, deben vestirse con unos trajes especiales que impiden el contacto de la piel humana con el ambiente, debido a que el cuerpo desprende continuamente células muertas de la piel, cabellos, etc. Todas podrían contaminar el entorno de fabricación y hacer inviable el CI.