El hombre, que se encontraba arraigado en el Centro Federal de Investigaciones de la PGR, denunció el pasado 1 de agosto haber sido sujeto de extorsión por parte de un elemento de la AFI que laboraba ahí. Días después, fue sacado de su celda y llevado a una área donde fue sometido con violencia, golpeado y amenazado por los siete uniformados en represalia por la denuncia que presentó.