Esta fue la conclusión a la que llegó un equipo de científicos del departamento de Ciencia Animal y Biotecnología de la Universidad Azabu (Japón). La explicación reside en la conocida como hormona del amor: la oxitocina. El estudio, publicado en “Science”, demostró que la oxitocina crea una conexión tan fuerte entre perro y humano como la que se establece biológicamente entre padres e hijos. ¡Por eso los queremos tanto!