Sevilla, 4 may (EFE).- Una exposición de cerámica ha revivido las piezas retratadas en cuadros por el pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, del que se cumple el 400 aniversario de su nacimiento.
"Lozas Barrocas. La cerámica en los lienzos de Murillo", exposición, que incluye un ciclo de conferencias está organizada por la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (UIMP) conjuntamente con el Ayuntamiento de Sevilla y que permanecerá abierta hasta el 3 de junio en el Centro Cerámica Triana de Sevilla.
La muestra forma parte de una iniciativa de BarroAzul, un proyecto sobre el patrimonio cerámico de la ciudad a través de encuentros divulgativos y talleres, que con motivo del Año Murillo reproduce modelos de piezas barrocas de loza que ya no se trabajan y que incluyen detalles como roturas.
Con estas obras se ha buscado reconstruir aspectos de la vida cotidiana del siglo XVI que documentó Murillo, según la comisaria de actividades divulgativas de la conmemoración, Eva Díaz.
Las reproducciones de los cuadros que sirven como guía ilustrada del mundo de la cerámica a través de Murillo son: "Santas Justa y Rufina" (1665-1668, Museo de Bellas Artes de Sevilla), "Rebeca y Eliezer" (1655, Museo del Prado), "Fray Francisco y la cocina de los ángeles" (1645-1646, Museo del Louvre), "San Diego de Alcalá dando de comer a los pobres" (1645-1646, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando) y "Jacob bendecido por Isaac" (1660, Museo Estatal del Hermitage de San Petersburgo).
Las piezas de vajilla tradicional andaluza se representan en un plato como el figura en las manos de un hombre en el cuadro "San Diego de Alcalá le da de comer a los pobres", para la que su obrador ha recreado incluso las roturas que este objeto tuvo en su momento.
La alfarería del agua se exhibe en una cántara de una arroba y otra de media, con mango y cocidas al horno a 970 grados, piezas que reproducen los cántaros de barro para transportar agua de la obra "Rebeca y Eliezer" de 1660, en la que se representa probablemente alguna de las plazas de Sevilla donde se reunían las mozas a llenar sus cántaros en los pozos.
El papel del barro en la arquitectura barroca se ha representado en piezas como un ladrillo, una baldosa y una teja de cerámica que destacan el uso de estos elementos como material decorativo, tanto pintado como usados para cubrir edificios, como se muestra en la obra "Jacob Bendecido por Isaac".
La cerámica vidriada, que se exhibe en el cuadrado "Fray Francisco y la Cocina de los Ángeles" en el que se muestran diversos objetos de uso culinario, resurge en una jarra con pico esmaltada en blanco y decorada con un motivo vegetal en verde.
Su alfarero, Alejandro García, quien tiene ocho años de trayectoria, ha explicado a Efe que para calcular el tamaño de las piezas, en cuya elaboración tardó un mes, tuvo que documentarse acerca de la estatura que tenía la gente en aquella época para tenerla de referencia.
"La gente esta volviendo a apreciar piez