Madrid, 19 abr (EFE).- (Imágenes Tato Pérez) El escritor nicaragüense Sergio Ramírez (Masatepe, 1942), que recibirá el próximo lunes el Premio Cervantes 2017, ha considerado hoy, en el primer acto de los que protagonizará estos días en Madrid, que siente felicidad al escribir una lengua de semejante tamaño.
Ramírez ha tenido hoy un encuentro con la prensa en la sede de la Biblioteca Nacional de España en el que ha estado acompañado por el director de la Real Academia de la Lengua, Darío Villanueva, que ha destacado la trayectoria literaria del Premio Cervantes, compuesta por novelas, cuentos, ensayos, artículos, crítica y textos testimoniales y su vinculación con la tradición cervantina.
Ramírez ha recordado que aunque se retiró de la política hace más de 20 años -desde 1996 se dedica en exclusiva a la literatura- mantiene sus ideales políticos y humanistas.
Ramírez es uno de los nombres principales de la actual literatura en español con obras como "Tiempo de fulgor" (1970), "¿Te dio miedo la sangre?" (1977), "Castigo divino" (1988), "Un baile de máscaras" (1995), o su célebre "Margarita, está linda la mar" (1998), pero confía en que "los reflectores" que suponen recibir el Premio Cervantes no le alumbren sólo a él sino a la "legión de escritores centroamericanos".
Y es que Ramírez es el primer escritor centroamericano reconocido con el Premio Cervantes, un autor que hablará en el discurso que pronunciará la ceremonia del próximo lunes de lo que debe tanto a Miguel de Cervantes como a su compatriota Rubén Darío.
Ha confesado que le pone nervioso que le consideren como sucesor de Rubén Darío, a quien tiene en un "plano inalcanzable" y que fue maestro y padre para él, un renovador profundo de las letras en español que recordó permanentemente la influencia de Cervantes.
El autor nicaragüense ha explicado que cuando le hablan de novelas "autorreferenciales o metanovelas" como grandes inventos de la actualidad, se acuerda de Miguel de Cervantes, que fue el gran inventor de la novela moderna, como género de géneros.
Le gustaría,ha dicho, desarmar cada capítulo de El Quijote porque fue cuando empezó a leer esta obra cuando comprendió verdaderamente las reglas de escribir novelas.
"Armar y desarmar cada página del Quijote para ver cómo está hecho", ha sido por eso y desde entonces, una de las pretensiones de Ramírez, que ha sido galardonado también con los premios Alfaguara (España, 1998), Laure Bataillon (Francia, 1998), José Donoso (Chile, 2011), Carlos Fuentes (México, 2014) o "Panamá Negro" de la Feria Internacional del Libro del país centroamericano (2017).
Miembro de la Academia Nicaragüense de la Lengua, es también académico correspondiente de la Real Academia Española y de las de Puerto Rico y Panamá.
Tras el acto de hoy, Ramírez entregará mañana su legado a la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, en lo que es una tradición que cumplen desde 2007 los autores distinguidos con el principal galardón de las Letras españolas.
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