El ex diputado autonómico en el Parlamento de Cataluña, Jordi Cañas Pérez, volvió con mucha energía en el escenario de la disidencia catalana con un histórico discurso que mantuvo en pie a tabarnieses y restos de catalanes víctimas durante más de 39 años de un secesionismo opresor. Cañas se mostró orgullo de la democracia española porque ante los demócratas son quienes abandonaban España huyendo para pedir asilo político fuera de las fronteras, cosa que hoy, gracias a las libertades que disfrutan los españoles, "80 años después, son los golpistas separatistas que huyen en maleteros de los coches a Bruselas" por miedo a la Justicia y no a ningún dictador. Barcelona (España), martes 20 de marzo de 2018.

Cañas, el entonces portavoz de Ciutadans Partido de la Ciudadanía Ciudadanos (Cs) y secretario de Comunicación de la formación naranja que lidera Albert Rivera en toda España e Inés Arrimadas en Cataluña, hacía estas manifestaciones durante su intervención en la multitudinaria concentración «Ahora más que nunca, Cordura (Seny)» (Seny 18M) con más de 200 mil personas en las calles del centro de Barcelona para proteger a la democracia europea y española ante fanáticos extremistas tiránicos de CUP, ERC y Convergencia-PDECAT-JxCAT, el pasado domingo 18 de marzo de 2018 ante la Estación de Francia, cerca de la entrada este del Parque de la Ciutadella de Barcelona, del barrio marinero del distrito de Ciudad Vieja de Barcelona, la Barceloneta.

Cañas preparaba así el terreno a otro político de raza, pero de la Unión Europea. De hecho, el disidente catalán finalizó su discurso con un 'Viva Francia', dando la bienvenida al ex primer ministro francés, Manuel Valls.

Valls defendió la Unidad de España más que nadie. Este francés sorprendió a toda Cataluña durante su intervención. "El proceso independentista es una mentira", dijo Valls llamando a los catalanes a seguir 2orgullos de Cataluña, seguir orgullosos de España y seguir orgullosos de Europa" porque son ellos (los disidentes) que han sido "generosos" durante los 39 años de supremacismo amarillo en Cataluña.

"Gracias, gracias", sentenció Valls glorificando a una disidencia catalana que va "a ganar" al separatismo pronto y "está ganando", dijo Manuel Valls, entre aplausos y gritos de alegría de más de 200 mil personas en la Barceloneta (Barcelona) cerca del Parque d ela Ciutadella de Barcelona con Estación de Francia.

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