Cuenca, 30 mar (EFE).- La llovizna que ha caÃdo al alba en Cuenca ha obligado a acortar la procesión Camino del Calvario, conocida con el nombre de "Las Turbas", cuyos integrantes han vuelto a llenar las calles de la ciudad con el sonido de sus broncos tambores y sus clarines destemplados.
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La procesión, la más emblemática de la Semana Santa de Cuenca y declarada de Interés TurÃstico Internacional, ha partido como estaba previsto a las 5:30 horas de la madrugada desde la iglesia de El Salvador y ha transcurrido inicialmente por su itinerario habitual, aunque unas tres horas después las hermandades que componen la procesión han decidido acortar el recorrido por la lluvia, que ha arreciado a intervalos.
Y aunque no se ha podido escuchar el tradicional miserere frente a la iglesia de San Felipe Neri, sà ha temblado el suelo con los clarines en el monumento a Las Turbas en el casco histórico.
Además de los "turbos", unos 2.400 acreditados este año que acompañan a Jesús Nazareno (o Jesús de las Seis) camino de su crucifixión, Jesús y la Verónica, además de los capuces verdes de San Juan Evangelista y la hermandad de Nuestra Señora de la Soledad de San AgustÃn.
Las "turbas", que da el sobrenombre a la procesión, son un numeroso grupo de personas que abre el desfile procesional en una representación "o rememoración piadosa y popular" de las multitudes que insultaban e increpaban a Jesús, cuando iba camino de su crucifixión.