Valencia, 18 mar (EFE).- Valencia enfila la recta final de las Fallas con una ocupación hotelera que roza el lleno y un clima típico de estas fiestas, que alterna sol con viento y ligeros chaparrones, y consciente de que todavía le quedan algo más de veinticuatro horas trepidantes de emoción, pólvora y fuego.
Después de tres días de intensa actividad, turistas, visitantes y especialmente falleros empiezan a evidenciar síntomas de cansancio, con afonía y ojeras, que, sin embargo, no les hacen desfallecer ante el segundo día de la Ofrenda, la noche pirotécnica de la Nit del Foc y, ya este lunes, la Cremà del día de San José.
Pero la fiesta también ha vivido su cruz, porque la semana fallera comenzó con la muerte de un pirotécnico en la explosión de una caseta cuanto manipulaba material y dejó algunos incidentes por el viento, que tumbó algunos remates de falla, junto a ataques vandálicos de carácter homófobo a ninots de dos monumentos.
La ciudad, sobrepuesta de estos contratiempos, se ha dejado llevar por la fiesta, la música, el color y el olor de la pólvora y ha ido quemando etapas de su calendario fallero con premios, desfiles, mascletaes, castillos de fuegos artificiales y el fervor patente a la Virgen de los Desamparados.
Casi 35.800 personas de 131 comisiones falleras -unos 32.600 falleros y falleras y más de 3.200 músicos- desfilaron este sábado en la primera jornada de la Ofrenda para entregar a la patrona de la ciudad sesenta canastillas y 18.750 ramos de flores con los que empezaron a tejer el diseño que luce su manto.
Este domingo, la Ofrenda concluirá, tras una nuevo desfile maratoniano por la ciudad hasta los pies de la patrona, cuando la fallera mayor, Rocío Gil, deposite su ramo y entonces se desvelará el diseño que esconde este año el manto: la tradicional indumentaria valenciana de espolín, confeccionada artesanalmente con seda.
Es el preludio de la Nit del Foc, el espectáculo nocturno de fuegos artificiales en el paseo de la Alameda más esperado de las Fallas que, este año por primera vez, dispara una mujer pirotécnica, Reyes Martí, de la Pirotecnia Martí de Burriana (Castellón).