Después de sobrevolar el estrecho de Taiwán para esperar que pasara un ciclón, el vuelo 222 de TransAsia se estrella en la isla turística de Penghu, en Taiwán. Los medios afirman que la tormenta tiene la culpa, pero la evidencia pronto señala a los investigadores en una dirección diferente. Seis meses después de la investigación, la aerolínea sufre un segundo accidente. Y es entonces cuando los investigadores descubren un problema sistémico con consecuencias fatales.