Actualmente existe una gran controversia a la hora de utilizar el término ansiedad por separación para referirse a los problemas que presentan los perros cuando se quedan solos en casa. Hay autores que consideran que esta sólo puede darse si existe un hiperapego, es decir, el perro busca constantemente el contacto con algún o varios miembros de la familia, y que para el resto de problemas debería utilizarse otra terminología. No obstante lo que está claro es que detrás de esos problemas lo que siempre se encuentra es un estado de ansiedad por parte del perro, y que es un problema importante porque se cree que afecta al 15% de la población canina. Así, que en este artículo, para facilitar el entendimiento del problema, se hablará de Ansiedad por Separación, para referir a todos los problemas de ansiedad que presentan los perros cuando se quedan solos en casa.
Que la Ansiedad por Separación afecte a un 15% de la población canina se comprende mejor sabiendo que los antecesores de los perros pasaban un 85% de su vida a menos de 50 metros de los miembros de su manada. En los tiempos que corren, esto supondría pasar más de 20 horas con nuestro perro, todos los días de su vida. Un perro con problemas de comportamiento que presenta algún tipo de angustia cuando se queda solo, puede destruir objetos de la casa (incluyendo puertas y paredes), vocalizar (ladrido, aullidos, gemidos, etc.), orinar, defecar, vomitar o salivar, o incluso puede presentar varios de estos síntomas conjuntamente. Además cuando el guía va a marcharse, generalmente el perro está ansioso, le sigue por toda la casa o se queda expectante en un rincón y se queda “deprimido” cuando éste sale por la puerta. En el momento en que el guía vuelve a casa, el perro le recibe con gran alegría, salta sobre él, le ladra, etc. También es muy frecuente que el perro esté cerca del guía, que se tumbe en sus pies, etc.