Uno de los atractivos turísticos de la ciudad portuguesa de Oporto es visitar sus bodegas de su vino homónimo, que paradójicamente no están en esta urbe sino en su vecina Vila Nova de Gaia, tan solo separadas por el río Duero, o Duero
como se le llama en portugués.
HispanoPost estuvo en tres de las decenas de bodegas del vino de oporto:Ramos Pinto, Cálem y Cruzo. La primera de ellas, la tradicional Ramos Pinto, fue fundada en 1880 y por 110 años fue una empresa familiar hasta 1990 cuando fue
vendida a al grupo francés Roederer, especializado en la producción vinícola.
El recorrido hizo una segunda parada en bodegas Cálem, que data de 1859 y con toda una influencia desde el momento que los británicos impulsaron la industria del vino de oporto. También es una de las que mejores desde el punto de vista
turístico porque tiene su museo para conocer la historia y el desarrollo de esta bebida, una película en cinco dimensiones; y por si fuera poco los tours, además de la obligatoria cata, hay la opción de asistir a un concierto de fados en su bar.