Madrid, 3 feb (EFE), (Imagen: Enrique del Viso).- "Woody & Woody", un homenaje a la figura del cineasta Woody Allen, ha recibido esta noche el premio al mejor corto de animación de la 32 edición de los Goya.
El corto, con guion de Laura Gost y dirección de Jaume Carrió, competía con "Colores", de Arly Jones y Sami Natscheh; "El ermitaño", de Raúl Díez, y "Un día en el parque", de Diego Porral.
Mientras el profesor mallorquín dedicó el premio a su madre, a su equipo, y a la voz del personaje, Joan Pera, doblador habitual de Woody Allen, la guionista afirmó que "solo tengo una certeza sobre el protagonista de esta historia y es que es un verdadero genio y un autor imprescindible en la historia del cine".
Porque el trabajo es un homenaje a quien es considerado un genio del cine, pero también una figura cuestionada después de que propio hijo (y de Mia Farrow) Ronan, que ha tomado el apellido de su madre, haya vuelto a poner en solfa a padre y, de paso, al productor de muchas de sus películas, Harvey Weinstein.
El corto no habla del asunto, ni a juzgar su comportamiento, ni si es culpable o no de los delitos de que se le acusan, el abuso sexual de su hija adoptiva Dylan Farrow cuando tenía siete años, unos hechos por los que ya Allen ya fue juzgado y declarado "no culpable" en los años 90.
La obra, de doce minutos de duración es un diálogo entre los dibujos animados de un Woody Allen de 45 años y su alter ego de 80, "Woody & Woody", que charlan sobre el miedo a morir, las manías por los gérmenes, o sus divorcios, mientras escuchan jazz sentados a la barra de un bar.