El proceso judicial contra el expresidente brasileño Luiz Inacio Lula, deja en evidencia la persecución política de cara a un proceso electoral clave para Brasil y la región. Por su parte, Michel Temer, acusado dos veces en 2017 por corrupción con pruebas fehacientes se ha salvado de que se le abra un expediente gracias al respaldo de las élites económicas. teleSUR