La tradición de estrenar ropa y calzados nuevos en Navidad y Año Nuevo se extinguió en Venezuela. La hiperinflación hizo estragos en los precios de las prendas, y es prácticamente imposible para un trabajador adquirir el vestuario de su familia.
En el país, una camisa de caballero se ubica en Bs. 1 millón 300 mil, una blusa de dama está por el orden de Bs. 2 millones 200 mil, y los jeans se cotizan en Bs. 1 millón 600 mil, cuando el salario integral de un empleado que devengue sueldo mínimo es de Bs. 456.507.
Una opción para quienes quieren renovar su atuendo está en las tiendas que venden ropa usada. En el Centro Comercial Chacaíto, en Caracas, Tu Confidente tiene 32 años en el negocio de comercializar prendas de segunda mano a precios solidarios.
Aunque ha sido un año duro en materia económica, este local reportó ganancias debido al aumento en la clientela que busca mercancía que cumpla las conocidas “tres b” y sea: bueno, bonito y barato.