Chiquito de la Calzada recibía ayer el último adiós en la capilla ardiente situada en la diputación de Málaga. Hasta allí se trasladaron humoristas y compañeros de profesión desde todos los puntos de España para despedirse de un genio del humor y arropar a su familia. Pero sin duda uno de los rostros conocidos más afectados era Paz Padilla, que no podía contener la emoción al llegar a la capilla.