Madrid, 20 oct (EFE).- (Imágenes: Enrique del Viso) Sofía del Prado, Miss Universo España 2017, es una joven que se mueve por causas y que conoció la lucha personal muy pronto, ya que fue víctima de "bullying" en su niñez, debido a su destacada altura, hecho que hoy le ha llevado a impartir charlas sobre acoso escolar en los colegios y a ser proactiva en su vida.
"El concepto de Miss está cambiando mucho, ahora mismo se busca una chica completa", señala Del Prado, licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, bilingüe en inglés y estudiante de árabe y francés. "Eres una embajadora del país las 24 horas, y tienes que estar preparada", asegura.
Del Prado inició su andadura en certámenes de belleza locales en 2013. En 2015 quedó semifinalista en Miss Universo España y representó a España en el certamen internacional Belleza Hispanoamericana, donde se hizo con la corona.
Este año, decidió darse "una última oportunidad" y alcanzó el sueño de convertirse en Miss Universo España y representar a España en la edición internacional del concurso, el próximo 26 de noviembre en Las Vegas (Estados Unidos).
"Representar a mi país es el mayor honor que puedo tener", afirma Del Prado, una pasión que está muy presente en sus planes de futuro, entre los que se encuentra trabajar por España por lo que planea estudiar la carrera de Periodismo o el máster de Icex en Comercio Internacional.
"Me encantaría ser embajadora de España, pero por el momento no me veo capacitada para empezar una carrera diplomática", reconoce la Miss quien, por el momento, acumula experiencias como imagen de la Marca España, ya que piensa vestir trajes del diseñador Ion Fiz en su reto de Las Vegas.
La selección del vestuario correcto y el entrenamiento físico son de suma importancia de cara al certamen, aunque "lo más importante es prepararte a nivel psicológico", reconoce la albaceteña, que pasará 3 semanas lejos de su familia y amigos, bajo la mirada constante del jurado.
Del Prado partirá hacia su nueva aventura el 8 de noviembre y, tras una parada en Los Ángeles, se dirigirá a Las Vegas, donde la competición se extenderá hasta el día 26 de ese mes, cuando tendrá lugar la gala final, una cita que espera "con muy buenas expectativas".
Si gana, se mudará a Nueva York durante un año, tal como establece el contrato de Miss Universe, marca que representará por todo el mundo hasta que ceda su corona a su sucesora, aunque asegura que su verdadero deseo es "marcar la diferencia". "Me gustaría ser recordada por haber hecho algo bueno", concluye.