Los civiles en Siria vuelven a pagar un alto precio por los bombardeos tanto de las fuerzas rusas en apoyo al régimen de Damasco como de la coalición occidental liderada por Estados Unidos contra los grupos yihadistas. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) hizo público que bombardeos atribuidos al régimen causaron la muerte entre viernes y sábado de trece civiles en Jan Shijún, en el sur la provincia de Idleb fronteriza con Turquía.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan, por su parte, apoyó las operaciones de los rebeldes sirios en la zona.
“Hoy, se lleva a cabo una importante operación en Idlib y continuará porque tenemos a nuestros hermanos que se dirigen a Idlib huyendo de la violencia de Alepo”, declaró Erdogan. “No les podemos decir que lo que pasa, pasa porque lo que se juegan es o morir o sobrevivir”.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC) se alarma por el aumento de la muerte de cientos de civiles y la destrucción de hospitales y escuelas por estos bombardeos. Para el comité, es el peor repunte desde la guerra de Alepo el año pasado. Y las zonas llamadas de “distensión”, como Idleb, Hama y Guta Oriental, tampoco se salvan de este recrudecimiento.
The return to violence in #Syria is once again bringing intolerable levels of suffering to wide areas of the country. pic.twitter.com/OPPMsvZH1n— ICRC (@ICRC) 6 de octubre de 2017