LA REVERENCIA ES EL NUMEN DE LA CONCIENCIA REGIA, QUE ARMONIZA EL PODER DE LA MONARQUÍA Y LA VOLUNTAD DEL REINO.
Hoy presentamos una breve compilación de modelos estéticos y formales acerca de la Reverentia Salutatis, como ilustración de la correción en la ejecución de tan importante gesto dentro del ceremonial palatino.
Es cosa de ver si la Reverentia Salutatis es un acto sacrificial, amatorio, servicial y glorificante, como un envío a los ojos de la sacra majestad real, o si es un gesto evolucionado del mito ancestral consistente en ofrecer sacrificios de becerros, corderos u otras criaturas. No debe ser conceptuada como un favor o como un gesto formal, en el que se miente con el corazón como hacen las putas y los gigolós cicísbeos, ni como un adorno hipocrítico, a la manera de los chongos arremoñados que portan gentes de vulgarísimos hábitos incultos, sino como un apasionado reconocimiento ante la real figurilla de sus vastísimos merecimientos en pos de adelantar nuevos favores y mercedes salidos de su egregia magistratura. Como todas las ofrendas debe ser riquísima y esplendorosa en su ejecución, con la misma pasión de Abraham al sacrificar a su hijo en pos de la divina majestad sin llegar a matarle. Este es el cabal sentido que cabe dar a la Reverentia Salutatis, debiendo musitarse entre labios, mientras se ejecuta: por el sol, la luna y el cielo estelado sea Vuestra Majestad siempre adorado.