Una nueva amenaza se cierne sobre las zonas afectadas por el terremoto en México. Se trata del huracán Max, que después de entrar este jueves por el sur de Acapulco, en Guerrero, con vientos de hasta 130 kilómetros por hora, extiende ahora su amenaza sobre Oaxaca y Chiapas, los estados más duramente golpeados por el seísmo de 8,2 grados de magnitud de la semana pasada.

El Servicio Meteorológico Mexicano prevé que Max, convertido ahora en tormenta tropical, provoque tormentas intensas en los dos estados, donde ha sido decretada la alerta naranja por lluvias, fuertes rachas de viento y oleaje, que podrían generar inundaciones y deslizamientos de tierra.

El terremoto del pasado 7 de septiembre dejó 78 muertos en Oaxaca y 18 en Chiapas, además de 4 en Tabasco. Estas zonas están entre las más deprimidas de México. A pesar de los importantes daños en viviendas, muchos damnificados se han negado a irse a albergues por temor a perder los pocos bienes que lograron salvar. Una situación peligrosa en vista de las condiciones meteorológicas anunciadas para los próximos días.