Septiembre de 1985. Los Herrera por fin logran instalar un teléfono en su propia casa, lo que marcará sin dudas el progreso de la familia en el ámbito económico. En tanto, el padre de Juan llegará a visitarlo a su casa, mientras que el padre de Brunito seguirá marcando presencia en la vida del niño, provocando que Exequiel -novio de Nancy, mamá de Bruno-, comenzará a sentirse "amenazado" por su aparición. Por otra parte, Claudia seguirá tomando contacto con su pasado, acercándose cada vez más a Gabriel y a su entorno.