“El Reino Unido pondrá fin al libre movimiento de ciudadanos comunitarios inmediatamente después del brexit y establecerá restricciones para frenar el ingreso de los trabajadores de la UE con excepción de los altamente cualificados”. Éstas son dos de la propuestas incluídas en un documento filtrado que revela este miércoles The Guardian. Dicho documento con fecha del mes pasado ha sido elaborado por el ministerio del Interior, tiene 82 páginas, está marcado como extremadamente sensible y, según el periódico, se centra en una política que da prioridad a los trabajadores británicos.
Mientras, el antiguo viceprimer ministro conservador Michael Heseltine, contrario al brexit, afirmaba en una entrevista lo siguiente:
“Creo que ahora existe la posibilidad de que el brexit no se haga realidad si se produce un cambio en la opinión pública. Lo que ocurre hoy es que el partido conservador, profundamente dividido, sigue dominado por los defensores del Brexit y el recuerdo del referéndum mientras que aquellos que desean permanecer en la Unión todavía no tienen las pruebas necesarias de que se haya producido ese cambio”.
Londres y Bruselas siguen dialogando sobre las condiciones del brexit, entre ellas el futuro de los derechos ya adquiridos por los comunitarios que viven en el Reino Unido y los británicos que residen en uno de los países miembros.