A un año de instaurarse de manera ilegítima el gobierno de Michel Temer en Brasil, tras el juicio político que destituyó a la presidenta constitucional de ese país, Dilma Rousseff, se ha puesto en marcha un severo plan de privatizaciones de activos estatales, se ha congelado la inversión pública por al menos 20 años, se ha aprobado la tercerización con una reforma laboral en detrimento de los derechos de los trabajadores. teleSUR