El boulevard Luís Muñoz Marín de Nueva York concentra el sabor de la más exquisita comida mexicana. Durante casi 15 años Macrina Meléndez ha forjado con tacos y quesadillas una fama que trasciende el barrio latino de la calle 116 con Lexington Avenue.
Su secreto ha pasado a través de generaciones en su familia y la ha ayudado a sazonar pollo, carne, chicharrón y chorizo con los que rellena las tortas y envueltos de maíz que elabora artesanalmente en su puesto, allí, a la vista de los viandantes.
Tiene clientes regulares que alaban su receta casera y coinciden en su argumento: en ese espacio de Harlem, se come mejor que en los restaurantes.