Málaga, 8 ago (EFE).- Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han colaborado con la Policía de la República de Estonia en la desarticulación de la mayor organización criminal rusa dedicada al tráfico de drogas, denominada Kemerovo, con la detención en la localidad malagueña de Mijas de su máximo responsable.
En esta operación conjunta, denominada FULCRUM-CARINATUS, y coordinada por el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, fueron detenidos de forma simultánea en Tallín (Estonia) otros tres dirigentes de esta red, asentada en ese país.
Las autoridades estonias llevaban más de dos años investigando esta organización criminal. Pesquisas que adquirieron "una nueva dimensión" tras el asesinato, en septiembre de 2016 por un ajuste de cuentas, del máximo líder del mundo criminal ruso en Estonia, informa hoy la Dirección General de la Policía.
Hasta su muerte, éste monopolizaba el poder y era el encargado de la recepción del dinero de las distintas organizaciones asentadas en Estonia para su aportación a la denominada "obshack" o "caja común".
Abarcaba todos los ámbitos de delincuencia (tráfico de armas, drogas, extorsiones, prostitución y trata de seres humanos) y ejercía de juez entre el resto de líderes cuando surgía cualquier disputa.
Su poder era reconocido desde la década de los 90, presidiendo las denominadas "shodkas", a las que asistían los 15 "ladrones en ley" más influyentes. Tal era su poder que dichas reuniones eran conocidas como "La mesa redonda".
En una de esas reuniones le retiró el apoyo a otro de los miembros de la banda que, hasta ese momento, controlaba el mercado de las anfetaminas en Estonia, tras haber perdido una mercancía valorada en un millón de euros.
Por dicha circunstancia, éste ordeno presuntamente su ejecución, lo que provocó una lucha entre las organizaciones para ocupar su lugar, produciéndose ajustes de cuentas y tiroteos entre los distintos clanes para el control de zonas y especialidades delictivas.
El objetivo principal de la operación FULCRUM-CARINATUS era el líder de Kemerovo, que si bien se dedicaba a todo tipo de actividades delictivas, su principal mercado era el de la venta de drogas.
Este se instaló en España para establecer una base de operaciones y proceder al blanqueo del dinero obtenido con sus actividades ilícitas y lo hizo además por motivos de seguridad, dado que temía ser víctima de uno de esos ajustes de cuentas.
Uno de los sicarios implicado en dichos tiroteos, perteneciente a una organización criminal rival de Kemerovo, fue detenido en junio en Reus (Tarragona), poco después de entrar en España.
En Estonia, había disparado a uno de los miembros de Kemerovo, tras irrumpir en una reunión que se estaba celebrando en un hotel de Tallin. Los investigadores no descartan que su presencia en nuestro país estuviera relacionado con dicha guerra de clanes.
Fruto de la