Washington no busca un cambio de régimen en Corea del Norte.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, asegura que su país no quiere derrocar a Kim Jong Un, pero advierte de que debe detener su programa de misiles. La semana pasada, Corea del Norte, comunicó que podía alcanzar Estados Unidos.
Rex Tilleron, Secretario de Estado de EEUU:
“ Queremos que los norcoreanos reciban este mensaje: no somos el enemigo, no somos una amenaza, pero os estáis convirtiendo en una amenaza inaceptable par a nosotros, y tenemos que responder. Esperamos que entiendan el mensaje”
La Casa Blanca, en cambio, utiliza una dialéctica más agresiva. La portavoz de Donald Trump decía poco después de que hablara Tillerson que el Presidente tiene otra visión de las cosas.
Sarah Huckabee, Secretaria de Prensa de la Casa Blanca:
“Se han hecho algunas declaraciones sobre Corea del Norte que no reflejan la posición del Presidente. Estamos sopesando la situación y todas las opciones siguen sobre la mesa. Y, como ya hemos dicho en muchas ocasiones, no vamos a revelar nuestros planes hasta después de haberlos llevado a cabo”
Las declaraciones del influyente senador republicano Lindsey Graham van en ese sentido. Graham contó el martes a la NBC que Trump le ha asegurado que habrá guerra si Pionyang sigue desarrollando su tecnología de misiles balísticos.