Saludos a todos mis seguidores de youtube.
La vida es azarosa.
Así que la prudencia es una virtud que conviene cultivar.
El verdadero éxito no suele ser premeditado.
Se llega a alcanzar después de intentarlo muchas veces.
De distintas formas.
Pueden haber fracasos estrepitosos o curiosas coincidencias.
Las vidas que os voy a relatar dan buena cuenta de lo caprichoso que puede ser el destino.
Con 17 años a esta mujer la rechazaron de la universidad.
A los 25 su madre murió de una grave enfermedad
A los 26 años sufrió un aborto espontáneo.
A los 27 se casó, pero su marido no se portó bien con ella.
A pesar de todo, tuvieron una hija.
Con 28 años se separaron
Y a esta mujer se le diagnosticó depresión aguda.
Con 29 años era una madre soltera que sobrevivía gracias a los servicios sociales.
A los 30 pensó en suicidarse.
Por suerte, recapacitó y dirigió su frustración y su empeño en una tarea.
Algo que se le daba mejor que otra cosa.
Escribir
A los 31 años publicó su primera novela.
Con 35 ya había conseguido ver publicado cuatro de sus libros.
Fue nombrada autora del año.
A los 42 años vendió 11 millones de copias de su nueva novela el mismo día de su lanzamiento.
¿Quién es esta mujer que estuvo tan perdida de joven?
Tanto que pensó en acabar con su vida...
J.K. Rowling.
La célebre escritora de la saga de libros de Harry Potter.
Nunca sabemos dónde podemos conseguir el éxito si no persistimos.
Ella encontro su vocación y se volcó con pasión.
Hoy en día es una de las sagas más leídas de la historia. Según el libro guiness de los records.
Si algún día os levantais con el pie izquierdo recordad este caso increíble.
El gafe con más suerte del mundo.
El ingeniero austríaco Reinhold Boyer.
Que, por cierto, residió en Madrid durante los últimos años de su vida.
Cuando tan solo tenía 6 años, sobrevivió a su primer accidente de ferrocarril.
En el que murieron 200 personas.
Apenas dos años después, se salvó del incendio de un teatro vienés.
En el que fallecieron 620 personas.
Vivito y coleando, acabó sus estudios de ingeniería y empezó a trabajar en una mina cercana al Paso de Calais.
Un incendio en una de las galerías provocó la muerte de 1.100 mineros.
Pero no era su hora todavía.
Dos años después salió indemne de un terremoto en Sicilia.
En el que murieron 200.000 personas.
Cuatro años más tarde tenía pensado hacer un viaje a Estados Unidos.
Pero en el último momento decidió suspenderlo debido a una repentina enfermedad.
Era el mes de abril de 1912.
Tenía previsto embarcarse en el Titanic.