La mañana del miércoles, 7 de junio de 2017. Los equipos terroristas se preparan para lanzar ataques mortales en Teherán, capital iraní.

Sus objetivos: la sede del Parlamento iraní y el mausoleo del difunto fundador de la República Islámica, el Imam Jomeini (que descanse en paz). Los ataques coordinados que fueron los primeros que afectan a Irán en muchos años fueron reivindicados por Daesh.

Los asaltantes fuertemente armados irrumpieron en una sala de espera en el edificio del Parlamento y dispararon indiscriminadamente contra las personas que estaban esperando para reunirse con sus representantes.

Se registraron escenas caóticas en el recinto del Parlamento y en las calles cercanas cuando los pistoleros que llevaban cinturones explosivos subieron al cuarto piso del edificio administrativo y comenzaron a disparar desde la ventana.

Las fuerzas de seguridad y de inteligencia cercaron de pronto el edificio, pero se llevó unas horas antes de que los hombres armados detonaran sus cinturones explosivos o fueran asesinados por las fuerzas iraníes. Un alto comandante del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) dijo que las fuerzas de seguridad actuaron con vigilancia para evitar un alto número de bajas.