Dos mil gendarmes, policías federales, oficiales de prefectura, un centenar de testigos, carros hidratantes y grupos especializados en operaciones federales, fueron, en resumen, la estructura que se movilizó para llevar adelante el histórico "operativo cerrojo" de la villa más peligrosa de la Argentina.
Los pasillos de la villa 1-11-14 (denominación que se le da al orden de los barrios marginales, que se concentran en a ciudad de Buenos Aires) se convirtieron, en horas de la madrugada, en un estado de sitio; sorpresivamente, las organizaciones criminales que comandan los diferentes sectores del barrio, vieron en jaque cualquier posibilidad de evitar semejante embestida policial.
Conocida como "la villa de los inmigrantes", la tristemente célebre Villa del Bajo Flores, al sur de La Ciudad, cuenta con Paraguayos,Peruanos, Bolivianos, Uruguayos y Chilenos, conviviendo en el mismo perímetro, siempre vinculada a la venta de Cocaina, Marihuana y llamada a ser la tierra del "Paco", la pasta base de Cocaina, se convirtió en el principal foco de violencia, que más dolores de cabeza, le trajo al estado nacional.
Hispanopost recorrió el barrio, presenció los allanamientos y diálogo con Jaime Morales Masa, uno de los pocos vecinos que se animo a denunciar la escalada narcocriminal que sufre el lugar "se que diciendo las cosas puedo ayudar a solucionar los problemas pero tal vez pueda estar muerto en cualquier momento" y agregó "soy consciente pero no tengo porque escaparme de mi barrio".