Madrid, 24 jun (EFE).- Las víctimas de la violencia machista han sido uno de los ejes principales de sus actuaciones, como aquella que alertó del rastro de las llamadas al 016, pero a Soledad Becerril le preocupa que nada de lo hecho hasta ahora se plasma en una reducción de agresiones. Y confiesa: "No sé cuál es la solución".
Así lo reconoce en una entrevista con Efe la defensora del Pueblo, cargo que abandonará el próximo 21 de julio tras cinco años en los que le "ha dado tiempo a hacer algunas cosas relevantes", aunque la "defensa de los derechos humanos y las libertades no acaba nunca".
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