La cumbre del G-7 arrancó ayer en Taormina, Sicilia, con la aprobación de una declaración conjunta contra el terrorismo, pero sin acuerdo en temas como medio ambiente o migración.

Los jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los 7 países más desarrollados tienen hoy la última oportunidad de alcanzar algún compromiso. Una posibilidad remota según los observadores que destacan el gélido clima del encuentro y describen a Trump como “una piedra en el zapato de los Acuerdos de París”

Angela Merkel, canciller alemana:“Todos los participantes han presentado al presidente estadounidense argumentos a favor de la permanencia de Estados Unidos en la convención sobre el cambio climático. No voy a hablar de enfrentamiento, diré más bien que ha sido un intercambio de opiniones controvertido pero productivo.

Activistas de Greenpeace y de diversas organizaciones ecologistas se manifestaron ayer en la playa de Taormina con una estatua de la libertad con salvavidas bajo el eslogan “Justicia para el clima ya”.