Tokio (Japón), 26 may (EFE).- Tenía 23 años y soñaba con ser una estrella musical cuando un hombre la abordó en una concurrida zona de Tokio y le ofreció trabajar como modelo. Ella cayó en la trampa, una red de engaños y coacciones que arrastra en Japón a miles de jóvenes a participar en filmes X cada año.
LOCUTADO REALIZADO CON IMÁGENES CEDIDAS DEL SPOT PROMOCIONAL DE LA ONG DE APOYO A VÍCTIMAS DEL TRÁFICO SEXUAL, LIGHTHOUSE.
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