Los mecánicos del taller "Enchúlame la bici" trabajan de una manera muy particular, para ellos lo más importante es que todos se beneficien de las herramientas y el conocimiento y que en la ciudad haya cada día más bicicletas, por eso ponen sus conocimientos al servicio de la comunidad e invitan a cualquiera a que aprenda a reparar e incluso a que se construya su propia bici desde cero.
Los jóvenes capitalinos están comprometidos con el proyecto de la bicicleta como alternativa de transporte en una de las megalópolis más sobrepobladas del mundo, pero además como tecnología que permite infinitas posibilidades a comunidades que carecen de servicios básicos como la energía eléctrica, y pueden utilizar la bicicleta como manera de energizar aparatos como licuadoras o molinos de granos.
Por encima de todo, los enchuladores son ellos mismos ciclistas, y como dice Ignacio, "Al andar en bicicleta, tal vez voy más despacio, pero sonrío más