Fuerzas leales al presidente sirio Bachar al Asad y facciones islámicas se han enfrentado cerca de la ciudad de Homs minutos después de la medianoche, momento en el que entraba en vigor el acuerdo firmado el jueves entre Irán, Turquía y Rusia.
Sin embargo, el Gobierno ruso se muestra confiado en el resultado de este acuerdo. “La actitud constructiva de Irán y Turquía apoyando la idea de fortalecer el alto el fuego jugó un papel importante para la firma del memorando. Al mismo tiempo el apoyo al documento expresado por la administración estadounidense y los dirigentes de Arabia Saudí y otros países es una garantía adicional para su aplicación”, asegura el viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin.
Moscú vigilará el cumplimiento del acuerdo firmado en Astaná y respaldado por la ONU y advierte de que no dudará en disparar contra las fuerzas que no lo respeten.
En plena firma del memorándum un miembro de la delegación opositora siria abandonaba la sala denunciando que “Irán no tiene derecho a firmar este documento, porque es un país agresor”. La oposición exige también la retirada de Siria de todos los combatientes respaldados por la República Islámica.