Bienvenidos a Canadá, voz que alerta la aparición de un nuevo fenómeno de migración.

La "pequeña" frontera entre Estados Unidos y Canadá, nada más 6426 kilómetros, experimenta el inicio de lo que podría ser otra de las grandes huidas del siglo XXI.

La frontera que no es ni porosa, sino totalmente abierta, porque no hay ni policía ni valla que detenga a personas que quieran salirse de Estados Unidos a buscar mejor vida, ni tampoco pequeña -como dije irónicamente-, parece que tendrá un cambio radical:

Se están saliendo ya de Estados Unidos miles de personas que comenzaron a migrar a una tierra mejor; es el reporte del Gobierno canadiense, y de medios de comunicación como el británico Independent, que registran la desbandada.

Se trata de migrantes que se sienten amenazados, inseguros, llenos de miedo, que llegaron a EE.UU. en busca de su sueño americano y ahora escapan de ahí, de lo que se convirtió en su pesadilla migratoria.

Latinoamericanos, mexicanos, centroamericanos, pero también del otro lado del mundo, de África, de Medio Oriente, somalíes, sirios, iraquíes. Cruzan una frontera que ni siquiera tiene señalización, a veces un pequeño poste, que dice que ahí acaba el "sueño americano", y del otro lado, comenzaría el destino incierto.

Son miles que van dejando huella literal en la nieve, esa migración no es fácil, son temperaturas de congelación a 30 grados bajo cero o más, para llegar a pequeños pueblitos de canadienses que están sorprendidos de ver pasar colectivos de personas de todas partes del mundo que jamás en su vida se imaginaron tener por sus calles.

Imaginación prohibida de ambas partes, los canadienses nunca pensaron que la gente se saldría de EE.UU., y los migrantes tampoco imaginaron que acabarían en las congelantes praderas del Canadá.

El motivo de la huida, todos lo traen en la boca: Donald Trump. La mano dura, la amenaza, y las redadas que prometió y que comenzó a cumplir el magnate, son la causa. Del año pasado a hoy, la solicitud de refugio creció 6 veces, reporta la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá.

Entre enero y febrero de este año, más de 2500 personas cruzaron y se registraron para solicitar asilo, esas, las registradas. Y muchas más escondidas seguirán entre matorrales y hielo. Lo curioso y sorprendente es que encuentran una Canadá amable, con su primer ministro Justin Trudeau que les da la bienvenida, o al menos eso parece ser.

Tan solo en los primeros meses de este 2017, la Real Policía Montada de Canadá, arrestó 1134 migrantes, cantidad similar a la de todo el año pasado, reporta Independent.

"Vamos a usar la compasión en cada ocasión, definitivamente viendo a esas familias cruzando la frontera, tocan algún lugar de nuestros corazones, la mayoría de todos nosotros, somos padres y madres, así que el enfoque va a ser más suave", declara François Gagnon, cabo de la Real Policía Montada de Canadá, consigna "Sky News".

Canadá tiene una superficie de 10 millones de kilómetros cuadrados. El sueldo promedio anual de un contador en Canadá es de casi 50 MIL dólares, encima de uno, en Estados Unidos. Sobre el índice de desarrollo humano, ambos países tienen el puesto decimo, uno de los más altos del mundo.

El índice de criminalidad en Canadá es 43 % menor al de Estados Unidos. Canadá es menos peligroso, menos violento. En Canadá hay 37 millones de habitantes. En EE.UU., casi 10 veces más: 330 millones.

En Estados Unidos, está Donald Trump. Y en Canadá, Justin Trudeau, que al parecer los recibe con los brazos abiertos. ¿Será siempre así? ¿O al rato querrán poner también su muro? ¿Es medida populista del primer ministro canadiense o asume su responsabilidad en las posturas del pasado de Canadá sobre Medio Oriente?

¿Qué tan responsable es Canadá en los últimos tiempos cuando ellos dicen que en febrero del año pasado dejaron de bombardear en Siria e Irak a los terroristas, y que además los aviones que tenían eran muy pocos? ¿El fenómeno de migrantes a Canadá crecerá o será controlado? ¿Para Trump esto conviene?

¿El sueño canadiense es mejor que el sueño americano? En Detrás de la Razón, preguntamos. Apoyamos la idea de justicia en cada quién y cuestionamos todo. Los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar.

Lo importante es descubrir los ángulos que no dicen los gobiernos ni los medios de comunicación. El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México a las 12 y Colombia, una de la tarde.