En Brasil un tribunal de primera instancia ha condenado al que fuera presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, a quince años y cuatro meses de prisión por corrupción, lavado de dinero y evasión de divisas.

El juez ha considerado probado que recibió sobornos en un contrato de Petrobras para la explotación de petróleo en Benin en 2011. Cunha, que llegó a ser uno de los políticos más influyentes de Brasil, se encuentra preso desde octubre del pasado año por su implicación en la trama corrupta.

Se hizo internacionalmente conocido por ser el principal impulsor del juicio político que terminó con la destitución de Dilma Rousseff. Decenas de políticos, ejecutivos de Petrobras y empresarios de las mayores compañías del país han sido arrestados y sentenciados en los últimos años como resultado de la investigación de la Lava Jato, un caso que ha movido los cimientos de la política brasileña.

Además, la Fiscalía ha solicitado al Supremo la investigación de un centenar de políticos con fuero privilegiado, entre ello, según la prensa local, algunos ministros del actual presidente.