El acuerdo firmado hace casi un año entre Turquía y la Unión Europea (UE) para deportar a los refugiados no representó ninguna salida definitiva a la crisis migratoria. Tan sólo en Serbia, unas ocho mil personas permanecen atrapadas en la frontera con Hungría lidiando con el hambre, el frío y las agresiones de las patrullas que operan en la zona. teleSUR