El principal problema del cancer de mama radica en el sobrediagnóstico, que a día de hoy es un hecho inherente a los programas de cribado. El sobrediagnóstico es un concepto muy complejo, para el que no existe una definición única, y está relacionado con lo que entendemos por enfermedad. Consiste en la detección de tumores asintomáticos, a menudo en campañas de cribado, que bien no crecen o que crecen tan despacio que no van a causar problemas médicos a los pacientes en ningún momento a lo largo de su vida. El sobrediagnóstico no es un diagnóstico erróneo y tampoco hay que confundirlo con falsos positivos. El diagnóstico erróneo se produce cuando un patólogo hace un diagnóstico incorrecto de un tumor y por lo tanto otros patólogos no estarían de acuerdo con que se trata de ese tipo de cáncer. Los falsos positivos se dan cuando se obtiene un resultado positivo pero tras pruebas posteriores se llega a la conclusión de que no se trata de esa enfermedad. A diferencia de los dos casos anteriores, un paciente sobrediagnosticado sí que tiene un tumor que cumple los criterios patológicos para que sea considerado cáncer; pero se trata de un tumor que no va a evolucionar, o que incluso puede remitir espontáneamente.