La historia comienza con una jornada laboral que se alarga, son las 19.30 del viernes 3 de febrero y el edil, que tenía que terminar un proyecto, tras escuchar varios ruidos que no consigue identificar, encara uno de los pasillos del Consistorio creyendo que se trata de ladrones. "No tengo linterna en el móvil y encendí la cámara de fotos del teléfono, hice una foto en el pasillo para que saltara el 'flash', y me quedé tranquilo porque no había nadie, no vi nada", relata el concejal.
Al regresar a su puesto de trabajo, decide revisar la imagen que ha captado su teléfono y, ¡sorpresa!, en la fotografía aparece una extraña imagen que podría asimilarse a la sombra de una niña. "Entré en estado de pánico", explica el edil. "Me encerré en el despacho, no era capaz de salir. Avisé por el grupo de Whatsapp del gobierno, donde, como era de esperar se lo tomaron a broma", cuenta el trabajador. Hasta el Consistorio acudió en su ayuda un compañero, que lo encontró "blanco como el papel".
Pero esta no era la primera vez que alguien presenciaba algo así en el edificio. «Otras compañeras han sentido fenómenos extraños y también hay inquietud por el inexplicable frío que hace en el salón de plenos, a pesar de que ponemos dos bombas de calor a 30 grados. Llamamos a los técnicos y dicen que no están averiadas».
Ante el miedo que había desatado la fotografía entre los empleados del Ayuntamiento, otro concejal contactó con una experta en fenómenos paranormales, que organizó una sesión. Esta profesional, ducha en comunicarse con "energías", confirmó la presencia de la menor, y la atribuyó a que, en el pasado, el Consistorio podría haber funcionado como colegio y "la nena se quedó allí".