Las exportaciones chinas repuntan en este inicio de año, después de haber tenido un saldo negativo en 2016. Gracias a una mejora de la demanda mundial y al nuevo Año Chino, en enero no solo las exportaciones volvieron a ser positivas en el país si no que se aceleraron las importaciones.

En concreto, las aduanas chinas registraron una subida de casi el ocho por ciento respecto a un año antes mientras que las importaciones progresaron un dieciséis por ciento. Eso sí, en 2016, el Año Nuevo Chino fue en febrero.

“Hubo un beneficio de las medidas del Gobierno para estabilizar las exportaciones y promover el crecimiento económico”, analiza el profesor chino Zhao Zhongxiu, vicepresidente de la Universidad Internacional de Negocios y Economía. “Las más efectivas son las que buscan racionalizar la administración y facilitar el comercio exterior, así como una mayor devolución de la tasa por las exportaciones”.

En 2016, la exportaciones chinas cayeron un 7,7 por ciento a causa de la ralentización económica mundial y la transición en el modelo económico del país. Ahora que se produce una recuperación, el temor es que el proteccionismo del nuevo presidente estadounidense Donald Trump hipoteque este relanzamiento.