Según el comandante de la misión de Estados Unidos en ese país, las fuerzas afganas están teniendo problemas para hacer frente a la insurgencia talibán.
Ante la Comisión de Servicios Armados del Senado, el general John Nicholson ha asegurado que los 13.300 efectivos desplegados en Afganistán son insuficientes.
“Los refuerzos podrían venir de nuestros aliados, así como de Estados Unidos. Hemos identificado la necesidad y el deseo de un mayor asesoramiento de nuestra parte. Con fuerzas adicionales podríamos reforzar el asesoramiento a los ministerios afganos y trabajar más con los niveles inferiores del Ejército afgano”, aseguraba.
Durante su audiencia, Nicholson ha abogado por llevar a cabo una revisión total de las relaciones con Islamabad y ha compartido su preocupación por el papel despempeñado por Pakistán y otros países en Afganistán. “Me quedo preocupado por la influencia de ciertos agentes externos, especialmente de Pakistán, Rusia e Irán, que siguen legitimando y apoyando a los talibanes, socavando los esfuerzos del Gobierno afgano para crear un Afganistán estable”, alertaba.
El ministerio de Exteriores ruso ha asegurado estar dispuesto a colaborar con Estados Unidos y otros países de la OTAN para alcanzar objetivos comunes en Afganistán y frenar la escalada de la violencia talibán.