Víktor Orbán confía en que las relaciones entre la Unión Europea y Rusia mejoren rápidamente. El primer ministro húngaro pronunció estas palabras en el marco de la visita oficial a Hungría del presidente ruso, Vladímir Putin. Considerado el mejor aliado de Putin en la UE, Orbán criticó, sin nombrarlas, las sanciones impuestas a Rusia tras anexionarse la península ucraniana de Crimea y reconoció que había un ambiente “antirruso” en algunos países del oeste europeo:

- “Hungría mantiene el punto de vista de que los problemas no económicos no pueden ser tratados con “herramientas” económicas, y no es correcto llevar un área de conflicto particular al ámbito económico, porque, como resultado, todos saldrán perdiendo… “

Más tarde, Orbán recordó que Hungría ha perdido 6.500 millones de dólares en exportaciones a Rusia en los últimos tres años.

Pero de lo que Putin y Orbán han hablado, sobre todo, es de cooperación energética. Rusia, que espera poder ampliar la central nuclear húngara de Packs, ha prolongado hasta 2021 el acuerdo de suministro de gas a Hungría.

- “Concedemos una gran importancia al proyecto que actualmente está realizando Rosatom, que es la central nuclear de Paks. El impacto del proyecto es de 12 mil millones de euros. La estación produce casi el 40% de la energía eléctrica que Hungría necesita”, decía Putin. Una capacidad, añadió, que nosotros podemos duplicar. Para ello necesitan el visto bueno de la Comisión Europea, que mantiene bloqueado el acuerdo y examina con lupa todos sus detalles para ver si se ajustan a las normas comunitarias.