No importa si somos hombres o mujeres, todos tenemos en nuestro interior energía femenina y masculina. Cuando las 2 trabajan en armonía, nos convertimos en personas equilibradas, capaces de mirar a las estrellas mientras pisamos sobre suelo firme.
La energía femenina es receptividad, potencialidad pura. Es intuición, inspiración, sanación. Es la energía que comprende, que no necesita analizar para saber.
La energía masculina es la que manifiesta, la que crea en el plano físico.Es individualidad. Es acción, protección, impulso, fuerza.
El mantener la energía femenina y masculina equilibradas nos permite manifestar toda nuestra potencialidad en el plano físico. Disfrutando totalmente de esta vida en la materia tanto como de nuestra parte espiritual.
La energía masculina analiza, estudia, intenta comprender a Dios; nuestra parte femenina ya le conoce.
Espero que la meditación te ayude a equilibrar estos dos aspectos que ya están en tu interior.
Muchísimas gracias por compartir tu camino en la luz.