Donald Trump no da marcha atrás. El Presidente estadounidense reafirma su orden ejecutiva que veta la entrada temporal al país a los ciudadanos de 7 países, incluidos los refugiados como en el caso de Siria o Irak. Trump ha precisado que los visados volverán a expedirse dentro de 90 días, cuando se hayan tomado las medidas de seguridad necesarias. Matiza que la prohibición no es “contra los musulmanes”.

Un miembro de su administración sugiere que las restricciones podrían ampliarse a otras nacionalidades. La medida, que está generando caos en muchos aeropuertos del mundo por la confusión jurídica que la acompaña, ha vuelto a provocar protestas masivas en todo el país.

En Nueva York, Washington o Boston por segundo día consecutivo en respuesta a las primeras noticias de expulsiones del país.

Shawn McCown, manifestante en el aeropuerto de Los Ángeles:

“ He venido aquí para enviar el mensaje a Trump y su Gobierno de que no queremos ninguna prohibición ni ningún muro. No queremos unos Estados Unidos fascistas”

De momento, un centenar de viajeros han sido detenidos y varios centenares más no han podido coger vuelos hacia Estados Unidos desde otros países.

En el plano judicial, 16 fiscales generales se han sumado a la batalla legal iniciada por la jueza de Nueva York Ann Donnelly, que el sábado paralizó parcialmente la orden ejecutiva de Trump.